Sobre mí

Pedro Carretero (nº colegiado AN11807)

Me llamo Pedro Carretero, y soy un apasionado de la conducta y el pensamiento. Comencé a interesarme por la psicología en el instituto, haciéndome preguntas sobre qué condiciona a las personas a actuar de una forma u otra, leyendo sobre programación neurolingüística e investigando sobre diversos autores.

Estudié la carrera de Psicología en Jaén, donde pude comenzar a poner en práctica lo aprendido a través de Cruz Roja, realizando acompañamiento psicológico a personas de la tercera edad.

Complementé mi formación con varios cursos: “liderazgo, motivación y gestión del conflicto”, “psicología de las emergencias”, “inteligencia emocional en el ámbito laboral” , etc. Sigo realizando cursos continuamente, disfruto aprendiendo estos temas y no paro de formarme.

He realizado prácticas en varios gabinetes psicológicos con distintas metodologías, aprendiendo con ello distintos puntos de vista para tratar cada problemática y observando las dificultades de los usuarios para pensar y desarrollar diversas formas de solventarlas.

Reflexionando sobre las habilidades más eficaces para el bienestar en la sociedad en la que vivimos, llegué a la conclusión de que había dos pilares fundamentales: la comunicación y la inteligencia emocional. 

 

Por ese motivo, hice un máster en comunicación no verbal y comencé mi entrenamiento en la gestión de las emociones en una academia especializada, complementando con la formación en gestalt, uno de los estilos terapéuticos que más importancia da al campo emocional.

Sigo implicado en mi desarrollo personal, profesional y académico de forma continuada, buscando con ello enriquecer mi trabajo, mi entorno y mi vida. Busco que las personas que deciden confiar en mi se sientan acompañadas y comprendidas. Para que cada uno pueda comprenderse mejor a sí mismo, trato de enseñar cómo funciona la mente: la forma en la que se desarrollan los pensamientos y las emociones, cómo se crean los hábitos y los vicios, cómo modificar tu diálogo interno para convertirte en tu mejor aliado y muchas cosas más. Considero que la enseñanza es la mejor forma de evitar la dependencia terapéutica, mostrándote cómo pescar en vez de ofrecerte peces.